sábado, 27 de marzo de 2010

Hacia el delta del Río Nilo

Había escuchado muchas historias sobre su padre, no recuerdo su nombre, siempre los que hablaban de él lo llamaban el Arqueólogo Thomes, había muerto en una expedición en la que pretendía encontrar las incógnitas de la Atlántida, pero su más famosa expedición había sido en el Templo de Abu Simbel . Cuando se construyó la presa de Aswan en 1959 y subió el nivel del río Nilo, poniendo en riesgo a este templo, el arqueólogo fue uno de los que lideró el traslado del templo a 200 metros de sus cimientos originales. Ese detalle lo recordaba perfecto porque tal vez no hay lugar en el mundo que me haya dejado más huella que ese inconmensurable templo. GUYBRUSH me buscó porque le dijeron que mi Melancolía era el velero perfecto para llevarlo a Alejandría donde varios de los discípulos de su padre habían hecho un centro de estudios dedicado a investigar y conservar los grandes descubrimientos que había logrado el británico. Guybrush era aún muy joven, aunque ya estaba cerca de los treinta, pero apenas comenzaba a demostrarse a sí mismo que ser arqueólogo y llevar a cuestas ese apellido no iba a ser nada fácil,  pero el solo hecho de estar cerca de tal leyenda casi me lleva a emprender el viaje sin importarme ni siquiera si el dinero que llevaba me alcanzaría para llegar hasta el puerto encallado entre el Nilo y el Mediterráneo.

1 comentario:

  1. Me gusta el hecho de que la conexión entre estos dos sea por la embarcación de Gabriel y un necesario viaje de Guybrush. Lo que no me cuadra mucho es el motivo de ese viaje, "…a Alejandría donde varios de sus discípulos habían hecho un centro de estudios dedicado a investigar y conservar los grandes descubrimientos que había logrado el británico." No sé Adri, no veo a Guybrush con discípulos…

    ResponderEliminar